22 febrero 2007

Apologies

Que haya retrasos en los vuelos, e incomodidades varias en los aeropuertos, es cada vez más frecuente. Lo que no lo es tanto es que las compañías aéreas se disculpen de verdad. En JetBlue lo han hecho por escrito y de palabra, de un modo extraordinariamente sincero.

Nunca falla: si has metido la pata, no pongas paños calientes; reconócelo y pide perdón.

21 febrero 2007

Ash Wednesday

Dice Arp que prefiere el miércoles de Ceniza -aunque sin ayuno- al martes de Carnaval. El aforismo me recuerda mucho a un poema autobiográfico de Enrique García-Máiquez, en el que decía, creo, que en sus estudios navarros prefería San Fermín a los sanfermines.

Yo voy más allá. El miércoles de Ceniza -con su liturgia y ayuno incluidos-, me parece bellísimo, justo y necesario. ¡Qué bien viene recordar que somos polvo (polvo enamorado en mi caso) y que al polvo volveremos! Con la vorágine en que vivimos, es necesario que constatemos a diario que sólo Dios basta. Y, obviamente, lo prefiero a los carnavales.

Bueno, la verdad es a los carnavales prefiero cualquier cosa, incluso un baño en el Ganges o una clase de yoga.

Y que lo digas

El País, 20.02.07

20 febrero 2007

Lapsus

Esta mañana, en la enésima una tertulia radiofónica, un periodista explicaba el leitmotiv (nunca mejor dicho) de los terroristas islamistas:

"Claro, como les tienen prometido que irán a un cielo en el que estarán rodeados de walkyrias..."

Como para pensárselo dos veces.

19 febrero 2007

Unidad

Por primera vez desde su escisión, en Gran Bretaña hay más católicos que anglicanos, según publica hoy The Times. Parece ser que estos últimos están considerando seriamente volver al redil común, bajo el cayado de Pedro. Recemos por ello.

Ópera

El sábado, Cavalleria rusticana y Pagliacci en el Teatro Real. Si sabes a lo que vas, no puedes quejarte. Verismo, música agradable sin pretensiones, y a pasar un buen rato. Lo malo es si se te ocurre comparar o acordarte de otras audiciones (v.g. la de Das Rheingold de la semana pasada). A este respecto, el libretto se refiere a una reseña de Georges Pioch, un crítico idealista del primer tercio del siglo pasado, a propósito de una reposición de Pagliacci después de una de Parsifal: "Han puesto el meadero al lado de la catedral", dijo. No es para tanto, pero casi.

Lo peor de todo, la escenografía de Cavalleria (no así la de Pagliacci), de un tal Johannes Leiacker. La ópera transcurre en un pueblecito siciliano, y tiene lugar el Domingo de Pascua. Los personajes entran y salen de misa de Resurrección (con Regina Coeli incluido). ¿Cómo diréis que se representa?
¿con fiestas, alborozo y algarabía? Nada de eso. Es todo un ir y venir de penitentes con las cabezas cubiertas, flagelándose la espalda con disciplinas, y cargando con cruces inabarcables. Todo lóbrego y tenebroso, incluso más propio de un catálogo sado-maso que de la Semana Santa. Y obviamente, ajeno a la Pascua. Johannes, macho, a ver si te enteras.

No os penséis que esta ignorancia supina es porque Johannes es guiri. Hace unos años, en Tosca, con escenografía de Nuria Espert (aclamadísima por Anson, por cierto), el cuadro de la Magdalena que pintaba Cavaradossi representaba a una mujer con un paño en las manos que reflejaba la imagen doliente del Señor. Y, salvo que la santidad de Enrique vea en ello algo que a mí se me escapó entonces (y se me escapa ahora), yo diría que doña Nuria confundió la Magdalena con la Verónica. ¡Toma cultura!