03 enero 2008

Lisboa (II)

Ayer, después de un tardío despertar y un parsimonioso desayuno, dimos un largo paseo por Baixa y por Castelo. Las distancias son cortas, pero los desniveles son tales que ciertamente hace uno ejercicio. Algunas calles, por coloreadas y empinadas (Alfama) recuerdan a Cuenca. Otras a Cádiz. Otras a la Habana, donde nunca he estado.

Los escaparates, los rótulos y los propios comercios parecen de otra época.

 
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Una peluquería de caballeros de las de toda la vida, de las que en Madrid cada vez quedan menos, sin fotos de efebos estrafalarios, con peluqueros veteranos, sin tonterías.

 
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Aquí una sombrerería:

 
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Y este rótulo sin igual:

 


Más allá una tienda de velas, droguerías por doquier, rótulos y fotografías de una ranciedad envidiable, sin complejos, sin ínfulas de modernidad. No se adivinan las prisas madrileñas; el tiempo parece detenido hace cincuenta años. Como dice Trapiello, es una ciudad de provincias, pero en absoluto una ciudad provinciana. Aquí París en Lisboa, la tienda de confecciones que cita en sus diarios:

 
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Y mirad qué tienda de licores al lado de un estanco:

 
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Capítulo aparte merecen las liberías. Nunca en mi vida había visto tal número de ellas en un área tan relativamente pequeña. De nuevo y de viejo, de libros antiguos y de libros de ocasión. En dos kilómetros cuadrados debimos de ver más de diez.

En fin, un viaje precioso.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No os vayais sin probar los pasteles de belem al lado de los Jeronimos. Hasta tiene página web http://www.pasteisdebelem.pt/index.htm
Un saludo. César UM

Carlos RM dijo...

Tengo tantas ganas de ir, tantas expectativas, que casi tengo miedo. Leyéndote y viendo tus fotos creo que será aún más de lo que espero. Buen regreso.

Anónimo dijo...

Calles empinadas como las de Vigo y Orense

Anónimo dijo...

Muy buena entrada y magníficas fotos, que me remontan al Madrid galdosiano. Lo de la peluquería "sin tonterías" me ha encantado, y me he acordado del padre de un amigo mío que una vez que estuvo en la peluquería, a la pregunta del peluquero "¿Cómo quiere que le corte el pelo?", respondió: "En silencio, por favor".

Anónimo dijo...

Dóciles canes lusitanos por las ruas (podencos portugueses, rafeiros....)

Anónimo dijo...

Vuelvo a husmear, y me sigue encantando tu entrada. ¡Magníficas fotos, Codalíes! ¿Son tuyas? Rendida admiración, que espero que no te ensanche el ego. Abrazos, MW

Dal dijo...

Mías son las fotos, Miri querida. Gracias por tu visita.