25 julio 2009

Lecciones de historia (V)

V

La segunda mitad del siglo XX
proclamó la bandera de la paz y la vida:
la vida de Mick Jagger,
la vida de Alí Agca, la de Charles,
Manson, la de Bokassa,
la de José Rodríguez, son sagradas;
la vida de las focas y de las sequoias
y hasta la vida de los vietnamitas
son sagradas, etcétera…
___________Muy bien, señores, pero
mientras el Universo se llenaba
de palomitas rosas mientras todos ustedes
hacían el amor y no la guerra,
en cada útero un Auschwitz, un Dachau, un Stalin,
un Führer, un Vietnam, un Paracuellos,
un negro y fiero y ciego bombardeo.
Todo legal, no sufra, todo a cargo
de la Seguridad Social, naturalmente.

Cinco, veinte, sesenta millones, ochocientos
millones de personas –Dios lleva la cuenta exacta–
asfixiadas, quemadas, trituradas
(con absoluta higiene y música ambiental
para que nadie diga).
Yo he escuchado sus llantos diminutos,
he visto sus milímetros de espanto,
sus deditos de leche desvalida
moviéndose en el cubo funerario.

Yo levanto estos versos como un volcán de rabia
y grito a las estrellas
que el mayor genocidio de este planeta fue
la segunda mitad del siglo XX.

___________________________9-XI-81

23 julio 2009

Lecciones de historia (IV)

IV

La segunda mitad del siglo XX
llevó la compasión a grado alejandrino.

Para ayudar al viejo de lentos sufrimientos,
nada tan tierno como asesinarlo.

Para que no haya niños de mirada famélica,
eliminar los niños.

Durante la segunda mitad del siglo XX
el crimen fue la forma más sublime
de la filantropía.

__________________________4-X-81

22 julio 2009

Lecciones de historia (III)

III

La segunda mitad del siglo XX
la humanidad del hombre dimitió.

¿Para qué molestarse en decir no
con la palabra no? Mejor con metralleta
John Kennedy, mejor con rifle, con pistola,
con granada de mano.
__________¿Por qué esperar al punto
final para acabar la discrepancia,
Bob Kennedy, pudiendo terminarla
con un tiro?
__________¿Por qué pedir justicia
con razones, pudiendo, Martin Luther,
pedirla con un kilo
de Goma-2?
__________¿Por qué perder el tiempo
en ser humanos, Aldo Moro, José María
Ryan, Manuel Expósito, almirante Carrero,
Anwar el Sadat, por qué, muertos y muertas
cuyos nombres se mezclan y confunden
en el olvido igual que las mandíbulas,
los zapatos, los trozos de chatarra, los dedos
en el súbito asfalto ensangrentado,
por qué perder el tiempo en ser humanos
pudiendo ser un cóctel Molotov,
un Cetme, una PO-3, un artilugio?
_________________________10-X-81

21 julio 2009

Lecciones de historia (II)


II

La segunda mitad del siglo XX
No tuvo Dios ni dioses, ni siquiera
un poste de colores como Caballo Loco,
que ser menos salvaje que hombre blanco.

Y vino lo que vino:
si Dios no existe, el hombre es un fosfato
(un fosfato que vota, miren qué delicado).

Si Dios no existe –déjense de bromas–
no existen argumentos contra el horno
crematorio, el Gulag, la clínica asesina,
la bomba de neutrones, las Brigadas
Rojas, los Mao-Tse-Tung…
Si Dios no existe ¿quién me dice a mí
que no me cague en todos los restantes fosfatos?
Si Dios no existe, sálvese quien pueda.
Si Dios no existe, el Mandamiento Nuevo
es ‘jodeos los unos a los otros’.

Considerad, hermanos, con qué fidelidad
lo cumplió la segunda mitad del siglo XX.
______________________________________6-X-81

20 julio 2009

Lecciones de historia (I)


_________I
La segunda mitad del siglo XX
era más pertinaz que una sequía
de los años 40.

Tenían –¿cómo no!– las Cinco Vías
de Tomás, el inmenso aventurero,
tenían los ocasos de Granada, el acorde
de octubre en los hayedos de Zuriza,
tenían a Audrey Hepburn (y a Raquel Welch), tenían
el Cervino, Florencia,

la Sexta Sinfonía de Beethoven,
el cielo azul –que es cielo y es azul–,
el silencioso grito de un minuto cualquiera
de la Madre Teresa de Calcuta…

Tropezaban con Dios en cada cosa:
un niño: Dios; una gaviota: Dios;
una mujer que dice ‘yo también’:
Dios; un buen verso: Dios. Pero eran ciegos,
sordos, inexplicables,
y negaron a Dios como quien niega
el mar o las manzanas.
__________________________________7-X-81

19 julio 2009

Lecciones de historia

Sé que muchos de vosotros las conocéis, pero otros no. Ni los mosqueteros de Arma virumque, ni los miembros de PRGAGD han tenido acceso a estos lúcidos y tremendos poemas de Miguel d'Ors. Así que en estos días vendrá toda la serie.

_______LECCIONES DE HISTORIA
_ _(La larga marcha hasta ninguna parte)


____________________ ‘Tacete unquanco, pallide viole,
_________________ e liquidi cristalli e fate senelle:
_________________ ei dice cose, voi dite parole’.
___________________________________(Francesco Berni)

_________________ ‘Una obra de arte que no tenga valor artístico
__________________carecerá de fuerza’.
____________________________________(Mao-Tse-Tung)



_________INCIPIT LIBER

En el nombre de Dios –ojo: no del Gran Todo,
no del Gran Manitú ni el Punto Omega
ni del dios (Dios me libre) deseado
y deseante de ciertos camarotes de seda–
en el nombre del Padre que fizo toda cosa,
en el nombre del solo
Dios verdadero, el Dios de los profetas
hirsutos y los vastos patriarcas,
el de Inés y Cecilia,
sexo débil más fuerte que todas las legiones,
el Dios que sostenía la sonrisa
del Tomás Moro bajo el hacha negra,
el Dios de Louis Pasteur, el de Gaudí, de Chesterton,
de los analfabetos como yo,
el Dios de las amebas, de los Tronos
y las Dominaciones
del simún y el Museo Británico, comienzo
esta declaración, esta memoria
del desolado tiempo que he vivido.

Que Él ponga en mis palabras una chispa
De Su innombrable fuerza.
__________________________________5-X-81